Rodrigo Borgia: Roma no será violada ni desflorada
Los Borgia, 2x03

jueves, 10 de noviembre de 2011

8 vidas


Lenta, calmada y tensa. Con estos adjetivos se puede definir The Slap (La bofetada), una serie australiana que me recomendaron hace unas semanas y que me ha permitido descubrir la ficción de un país que exporta muy poco sus productos (solo recuerdo Los rompecorazones. Sí, lo confieso, me tragué entera esa serie. Azotadme, gracias). Sin artificios, sin misterios, real y cruda. Basada en el best seller australiano de Christos Tsiolkas, esta serie, dividida en 8 episodios, cuenta con un punto de vista diferente en cada capítulo (una decisión que narrativamente podría resultar peligrosa pero que funciona), y narra las repercusiones que un solo evento ocasiona en la vida de un grupo de familiares y amigos.

La serie comienza con el cumpleaños de Héctor (Jonathan LaPaglia, el hermano de pequeño de Anthony LaPaglia (Sin rastro) y que, claramente, se quedó él solito con los genes buenos de la familia), casado con Aisha (Sophie Okonedo) y que, a punto de cumplir los 40, comienza a obsesionarse con la niñera de sus hijos. Para tan señalado día celebra una barbacoa en su casa. Durante un partido de criquet, su primo Harry golpea a un niño que no es su hijo. Los padres del menor (unos pasadísimos Melissa George y Anthony Hayes) están tan ofendidos que prometen llevarlo a los tribunales. A medida que la serie se desarrolla, que la policía se involucra, los amigos y la familia se verán obligados a tomar partido. Las parejas se ven atrapadas en el fuego cruzado. La vida de cada personaje se ve profundamente afectada por esta bofetada que golpea a los personajes de una forma metafórica. Una serie muy interesante, a pesar del innecesario uso del narrador, que entorpece el ritmo y que, in my opinion, solo funciona en Mujeres desesperadas. Como valor añadido, la serie nos permite conocer y profundizar en la fracturada sociedad australiana, compuesta por miles de inmigrantes (el episodio centrado en Manolis, el padre de Héctor, de origen griego, nos muestra muy bien estos problemas).

La serie cuenta con excelentes interpretaciones de todo el reparto (destacando a Sophie Okonedo, nominada al Oscar por Hotel Rwanda, soberbia como esa madre de familia que se debate, al igual que su marido, entre su matrimonio o un escarceo sin importancia) y nos permite reencontrarnos con viejos conocidos como Melissa George, una actriz que, sin saber muy bien porqué, no encuentra el papel necesario para ser ¿famosa? ¿aclamada? y se ha especializado en caracteres 'límite' (su Laura de En terapia o su doctora Harris de Anatomía de Grey son buena muestra de ello); o Alex Dimitriades (el Nick Poulos de Los rompecorazones... muy fuerte). En definitiva, una serie que nadie debe perderse donde el fondo importa mucho más que la forma.

sábado, 5 de noviembre de 2011

El agente urbit se presenta...

Nombre: Urko, agente Urbit desde ahora
Situación: Palma de Mallorca

Mis padres (mi madre especialmente) han sido los culpables de mi obsesión compulsiva con el cine y, sobre todo, con la series. Muchos de mis recuerdos infantiles pasan por ver series 'en familia'. Remington Steele, Mash, Canción triste de Hill Street, Fama, o Se ha escrito un crimen son series de las que he´'mamado' de pequeño; por no hablar de las tardes con la abuela viendo Falcon Crest (Angela Channing me ha marcado para toda la vida) y Dinastía; no, Dallas no le gustaba a los abuelos, ¡qué le vamos a hacer! El cine también fue importante, mi abuela me llevó de pequeño a ver un reestreno de El mago de Oz (en los ya desaparecidos cines Amaya de Irún), una película que me emocionó y 'acojonó' a partes iguales (¡es lo que tiene la tierna infancia!); mi madre era una apasionada de las películas de Greta Garbo (¡nadie llora como ella! - ha dicho siempre-) y mi padre de los westerns con John Wayne. Vamos, que no resulta extraño que me animara a estudiar Comunicación Audiovisual, aunque el cine y las series se han convertido en mi hobbie para 'después de trabajar'.

Curioso incansable del séptimo arte y la ficción televisiva, no soy ningún gafapasta-elitista: disfruto de toda serie o película que me hagan desconectar y disfrutar, buena o mala según el prisma de cada uno. The good wife, The vampire diaries y Mentes criminales son tres series que sigo religiosamente, por poner un ejemplo de ¿eclecticismo? Mi 'Santísima Trinidad' son Veronica Mars, Sidney Bristow y Alicia Florrick (queda fuera, con todo el dolor de mi corazón, Angela Chase, pero no le debe de importar porque sigue pasándoselo pipa con Jordan Catalano y, seguro, son unos indignados estadounidenses en estos momentos).

Esta temporada he cumplido (por el momento) mi 'deber' de visionar todos los pilotos que se han estrenado en USA, algunos ya están olvidados, otras series están en proceso de decepcionarme, y algunas son firmes candidatas a quedarse en mi disco duro durante mucho tiempo. Gracias a una buena amiga (que sabe que soy un principiante digital) nace este blog donde podré descargar mis opiniones, confesiones, o ideas sobre ficción. Así que dejo mi posición pasiva de mero espectador y lector de blogs del ramo (El Diario de Mr.MacGuffin, Crítico en serie y Diamantes en serie, por poner tres ejemplos) y me pongo manos a la obra para ser uno más, por supuesto, con toda la humildad.

Hoy estreno blog, vida online y pensamiento digital. En serio, en serie.